ANALISIS DE LA EXPLOTACIÓN DE LAS MASAS DE AGUA SUBTERRÁNEA DEL ACUÍFERO “ALMONTE.MARISMAS” DECLARADAS EN RIESGO CUANTITATIVO

Joan Corominas Masip y Leandro del Moral Ituarte

Miembros de la Fundación Nueva Cultura del Agua

Un territorio en transformación descontrolada desde hace 50 años

El acuífero “Almonte-Marismas”, situado en la margen derecha del estuario del Guadalquivir, con una extensión de unos 2.800 km2, tiene una gran relevancia porque sobre él se desarrollan los valiosos ecosistemas de Doñana, dependientes en parte de sus recursos, a la vez que sostiene  una superficie de  riego de unas 22.000 ha, lo que ha producido importantes deterioros de su estado cuantitativo y cualitativo.

El inicio de la explotación del acuífero para el riego se remonta a la década de 1970, con la puesta en marcha del Plan Almonte-Marismas por iniciativa del gobierno, con el apoyo de la FAO. Con este Plan se pretendía transformar en riego 24 mil ha de terrenos de arenales y marismas del entorno del recién creado Parque Nacional de Doñana. La comprobación de que las expectativas de los recursos aprovechables del acuífero eran exageradas y la constatación de los primeros impactos sobre los ecosistemas de Doñana redujeron la iniciativa pública a unas 6.500 ha. Por el contrario, la iniciativa privada fue transformando otros terrenos dentro del acuífero hasta llegar a la superficie actual de riego.

El crecimiento de la explotación del acuífero fue anárquico y, en muchos casos, trasgrediendo la legalidad en materia de aguas y montes públicos. Las Administraciones estatal, autonómica y locales, no supieron, o quisieron, encauzar esta iniciativa privada, con el argumento  de que creaba riqueza y empleo en un territorio poco desarrollado. Las críticas de los científicos a cerca de los impactos sobre Doñana caían en saco roto.

Bien es cierto, que desde los años 90 del siglo pasado se pusieron en marcha diversos estudios y planes para reconducir el desordenado crecimiento del regadío: Comisión de Expertos (1986), Plan Director Territorial de la Comarca de Doñana (PDTC de Doñana, 1988), Plan de Ordenación del Ámbito de Doñana (POTAD, 2003) y Plan Especial de Ordenación de los regadíos al Norte de la Corona Forestal de Doñana (2014). Este último fijó la superficie autorizada de riego en 9.340 ha en este ámbito, que coincide sensiblemente con la Masa de agua subterránea “La Rocina”, considerando otras superficies en regadío como no regables al haberse implantado con posterioridad a la aprobación del POTAD, pero no cuantificaba, ni identificaba, estas superficies que deberían retornar al secano, lo que ha seguido alimentando la espiral de ilegalidades.

La intervención de la Comisión Europea a través de un Dictamen Motivado (2016) y la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenando a España por permitir el deterior de Doñana (2021) indican que nuestras autoridades no han sabido proteger los ecosistemas de Doñana.

En 2018 se aprobó, por Ley del Parlamento Nacional, la autorización de un trasvase hasta un máximo de 19,99 hm3 desde las cuencas del Tinto, Odiel y Piedras a este ámbito del Guadalquivir, con la finalidad de substituir extracciones del acuífero que deberían permitir recuperar parcialmente el funcionamiento del acuífero dentro de los espacios naturales de Doñana.

Finalmente, en 2020, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir declaró tres de las cinco masas de agua subterránea en que se ha dividido el acuífero “Almonte-Marismas” (La Rocina, Almonte y Marismas) en Riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo, y, además, químico, en el caso de la masa La Rocina. Dicha declaración debía haberse producido en 2010 al aprobarse el Plan Hidrológico del Guadalquivir 2009-2016 y constatarse el mal estado de estas partes del acuífero.

 

Fuente: Masas de Agua Subterránea Almonte, Marismas y La Rocina en Riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo (CHG, 2022)

Como consecuencia de esta declaración se han elaborado los Censos provisionales de los usuarios de estas masas de agua subterránea al objeto de permitir  avanzar en la constitución de las correspondientes Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUMAS), que deben corresponsabilizarse en la gestión y recuperación del funcionamiento del acuífero. Las publicaciones de estos Censos se han realizado desde finales de 2022 hasta julio de 2023, para su alegación por los usuarios interesados, pero con falta de transparencia en un asunto de tanta relevancia pública al no permitir inicialmente el acceso público a la información.

Las zonas más afectadas por la sobreexplotación y el consiguiente descenso de niveles del acuífero se sitúan al norte de la Masa Marismas y al sur de las Masas La Rocina y Almonte, con descensos de niveles continuados desde hace 50 años que alcanzan en puntos de la Masa Marismas hasta 20 m, con problemas adicionales, muy graves, de avance de la intrusión salina.

Fuente: Elaboración propia con datos del Informe de Estado de los Acuíferos del Entorno de Doñana 2020-2021 (CHG, 2022)

El impulso político conjunto del PP y VOX, presentando una Proposición de Ley (PL) en marzo de 2023 en el Parlamento andaluz, para ampliar las superficies regables en el ámbito Norte de la Corona Forestal de Doñana ha reabierto el debate sobre el creciente deterioro de los ecosistemas de Doñana como, por ejemplo, el la intensificaión año tras año del secado de muchas lagunas peridunares. Es una señal más del interés por los réditos electorales de contentar a algunos agricultores frente a la búsqueda de un equilibrio, difícil, entre la conservación y el bienestar de la población de su entorno. Esta PL  se caracteriza además con una falta de cuantificación de los regadíos que se pretendían  legalizar y de los beneficiarios de esta (se cita que beneficiaría a 650 agricultores, sin especificar el tamaño de sus explotaciones). WWF, organización ecologista muy integrada en los problemas del territorio ha cuantificado en unas 1.900 ha las que se pretenden legalizar. Por diversas informaciones de sectores agrarios del territorio parece que se legalizarían unas 500 ha en explotaciones menores de 5 ha y unas 1.400 ha en explotaciones de tamaño medio de 11 ha. Aunque para el conjunto de las tres masas de agua no hay datos de otras superficies de riego sin concesión de agua, puede estimarse que estarían entre las 3.000 y 4.000 ha. Finalmente, la PL ha sido retirada tras el acurdo entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central sobre el llamado  contaba Marco para el desarrollo territorial sostenible de Doñana firmado el 27 de noviembre de 22023.

Para resolver los problemas de sobreexplotación y contaminación difusa del acuífero “Almonte-Marismas”, el Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-2027 propone la aportación, antes citada, de 19,99 hm3 a la Masa La Rocina procedente de un trasvase desde la Demarcación del Tinto, Odiel y Piedras y el recrecimiento del embalse del Agrio en el río Guadiamar y que aportaría 9 hm3 a la Masa Marismas. Adicionalmente se plantea una medida de adquisición de derechos de agua en las zonas más tensionadas, pero sin determinar.

Unas autorizaciones de uso de aguas subterráneas muy desiguales socialmente

Del análisis de los Censos provisionales sometidos a información pública de los usuarios de las Masas de agua subterránea Almonte, Marismas y La Rocina se puede deducir que el volumen total autorizado es de unos 96 hm3, de los cuales el 92% se destina al regadío, lo que permite el riego de 19.558 ha.

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

Los regadíos de las tres Masas tienen características muy diferentes en cuanto a los modelos de producciones agrícolas predominantes y al número y tipo de explotaciones, lo que conduce a distintas superficies de regadío en cada masa, que utilizan cantidades similares de agua, debido a que las dotaciones de riego son muy diferentes.

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

La distribución de superficies atendiendo al tamaño de las explotaciones muestra la gran diferencia de las dimensiones de estas y de los derechos asignados al uso del agua, lo que indica que la desigualdad en la propiedad de la tierra se traduce también al regadío, sin que el carácter de Dominio Público del agua corrija esta situación de partida en el régimen de propiedad de la tierra. La masa Almonte, en la que predominan el cultivo del olivar y los frutales, tiene el mayor número de usuarios y la menor dotación por ha, mientras que la masa Marismas en la que predomina el arroz, los frutales y los cítricos, 28 usuarios riegan 4.572 ha con una elevada dotación por ha. En la masa La Rocina, especializada en la fresa y frutales, las explotaciones también tienen un mayor tamaño y una dotación superior a la media. En el siguiente gráfico se observa que la dotación por ha aumenta con el tamaño de la explotación:

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

En los tres Censos Provisionales figuran siete Comunidades de Regantes (CC. RR.) con una superficie total de 5.760 ha, seis de las cuales reúnen a los regantes de zonas transformadas por la iniciativa pública del IARA, las cuales figuran como grandes explotaciones, cuya composición entre nuevos agricultores instalados (colonos) y antiguos propietarios es similar al resto de zonas de riego. Por ello la distribución del tamaño representativo de las explotaciones de las Masas Almonte, Marismas y La Rocina será más próximo al que resulte de descontar estas CC. RR. de la distribución anterior:

La representación gráfica de la distribución de superficies y volúmenes asignados muestra claramente la elevada desigualdad en el tamaño de las explotaciones, algo menor al excluir las Comunidades de Regantes, lo que puede ser más representativa de la totalidad de las explotaciones:

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

En las gráficas se ha incluido también la superficie acumulada que corresponde a cada tipología de explotaciones de regadío, en función de que se trate de agricultura a tiempo parcial, explotaciones familiares, de tamaño mediano o grandes explotaciones. Destaca el enorme peso de la gran explotación, 1,5% del total, pero que ostenta el 51 % de la superficie total y el 68% del volumen asignado.

Para las distintas masas se ha estimado también la tipología de las explotaciones correspondientes:

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

Por último, de los Censos se han extraído los titulares de las explotaciones de mayor tamaño, consideradas a partir de 50 ha de riego, deduciéndose que 36 explotaciones ocupan 5.731 ha y utilizan 31 hm3 de agua.

 

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo provisional de concesiones en las masas de agua Almonte, Marismas y La Rocina (CHG,2022-2023)

 

Promover una transición justa socialmente para recuperar el equilibrio entre Doñana y su gente

El deterioro de los ecosistemas de Doñana ligado a la creciente sobreexplotación del acuífero con el que se riegan 19.500 ha legales y entre 3.000 y 4.000 ha ilegales ha sido fruto de un proceso largo y continuado en el tiempo bajo la premisa de la apropiación privada de los recursos de agua subterránea, que son de Dominio Público, con la tolerancia de las diversas administraciones públicas competentes y en algunos casos con su connivencia. Distintos procesos de autorizaciones del uso del agua se han producido ante situaciones claras de transformaciones en regadío sin concesión u autorización administrativa previa.

En un proceso de este tipo, las explotaciones más grandes, tecnificadas y con capacidad de gestión administrativa e interlocución con las administraciones han conseguido regularizar sus regadíos, mientras que las pequeñas explotaciones y las familiares han encontrado, frecuentemente, todo tipo de trabas para legalizarlas. El que la mitad de la superficie de regadío corresponda a grandes explotaciones es un reflejo de este proceso.

Buscar un equilibrio entre Doñana y la agricultura de su entorno debe ser un proceso político que prevalezca sobre las soluciones técnicas y administrativas, y que necesariamente debe afrontar la reducción de las extracciones de agua del acuífero, actuando sobre las situaciones de ilegalidad, pero adoptando la premisa de que los mayores esfuerzos deben recaer en las mayores explotaciones, protegiendo especialmente a las explotaciones familiares y profesionales.

La Medida incluida en el Plan Hidrológico del Guadalquivir de adquisición de derechos de uso del agua puede ser relevante para conseguir estos objetivos siempre que se elijan las explotaciones que puedan influir más en la recuperación de los niveles piezométricos, tengan menor impacto en la producción y el empleo y se valoren equitativamente las compensaciones económicas. Un proceso que debe realizarse con transparencia y participación pública. En concreto, disminuir la presión en la Masa Marismas podría producir un doble efecto de recuperar la funcionalidad ecológica del Caño Guadiamar, pulmón de la marisma, y hacer innecesaria el recrecimiento del embalse del Agrio.

En la Masa La Rocina es una buena noticia el abandono de la PL del PP y VOX para legalizar regadíos, que con la excusa de resolver el problema de muchos pequeños agricultores (deben estudiarse individualmente los casos concretos en el ámbito de la Comisión de Seguimiento del Plan Especial de los regadíos al Norte de la Corona Forestal de Doñana) acabaría beneficiando a pocas explotaciones medianas o grandes.

Para que sea posible el equilibrio entre Doñana y su gente, la que vive en el territorio, debe promoverse un proceso de transición hídrica y ambiental socialmente justo, percibido así y aceptado por la población, en el que las ideas esbozadas pueden ser parte de la solución.

Trabajar en esta dirección es el compromiso de la Mesa Social del Agua de Andalucía, constituida por 13 Organizaciones sindicales, profesionales agrarias, de operadores públicos de abastecimiento, de defensa de los consumidores, de apoyo al mundo rural, ecologistas y de la Nueva Cultura del Agua, ejemplo relevante de consensos y propuestas que permitan afrontar los retos de la sobreexplotación de los recursos hídricos y los impactos crecientes del cambio climático sobre los ecosistemas, la agricultura, el abastecimiento a la población y el bienestar ciudadano. Colaboraremos con todas las instituciones y sectores agrarios interesados en esta transición justa en el entorno de Doñana.

ANALISIS DE LAS MASb DE ALMONTE-MARISMAS_27Nov23

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