La Red Andaluza de la Nueva Cultura del Agua es una coordinadora de ámbito regional, que aborda los problemas y propuestas relativas a los ecosistemas hídricos desde la perspectiva de lo que se ha dado en llamar nueva cultura del agua.
Con vocación integradora, esta asociación pretende una participación pública en los asuntos del agua, a la vez crítica, reivindicativa, propositiva y dialogante, con una voluntad de independencia de estructuras estatales y administrativas (incluidos partidos) y una actitud de debate abierto y colaboración cuando las circunstancias lo requieran.
Su funcionamiento es democrático, es decir, no pretende ir más allá de lo que las entidades que lo integran demanden. Trabaja tanto en red como presencialmente, dando a ambos modos de consulta y toma de decisiones similar legitimidad.
Se apoya, legalmente, en una lectura claramente medioambiental de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
Tiene vocación de entendimiento, simbiosis, dignidad y perdurabilidad.
A lo largo de un siglo de política hidráulica basada en la regulación de los ríos y en la explotación de las aguas subterráneas, la faz de Andalucía se ha transformado. Ni el crecimiento económico experimentado en las últimas décadas, ni el sistema urbano andaluz, ni los paisajes actuales podrían explicarse sin referencia a dicha política. Sin embargo, aunque con un nivel de desarrollo muy diferente, una y otra vez nos volvemos a encontrar con demandas insatisfechas, escasez, sentimientos de graves pérdidas patrimoniales y crispación en torno al agua. Al mismo tiempo, la sociedad se ve bombardeada por un discurso basado en ideas simples y aparentemente incuestionables: Andalucía es una región seca cuya economía depende del agua, por lo que necesita inversiones hidráulicas estructurales para desarrollarse.
En este contexto, en el umbral del nuevo siglo se puso en movimiento el ideario de la Nueva Cultura del Agua, que supone un cambio importante en la política de gestión del agua: buena gestión de lo que se tiene frente a incesante incremento del recurso; legalidad frente a desgobierno; flexibilidad y planificación de emergencias frente a soluciones estructurales estandarizadas; responsabilidad sobre los costes del agua como recurso productivo (agricultura, industria, energía, turismo…) frente a subvenciones indiscriminadas; valoración del agua como activo ecológico y social frente a su exclusiva consideración como recurso productivo.
Con ese telón de fondo, los fundamentos de la Nueva Cultura del Agua se asientan en la percepción del agua como patrimonio, ese legado que una generación deja a sus sucesores para que la vida continúe. Se trata de entender los ríos, los manantiales y los humedales como sistemas vivos y dinámicos, y no como simples colectores de agua; de asumir que cantidad y calidad son caras de una misma moneda; de recuperar el tradicional valor lúdico, estético y simbólico de los paisajes del agua, característico de las culturas mediterráneas. Avanzar en el camino de abrir soluciones desde estos nuevos enfoques exige una profunda regeneración de las instituciones de gestión de las aguas; exige un cambio cultural, no sólo en la administración, sino en el conjunto de la sociedad.
En el marco de estas ideas, el 25 de mayo de 2001 se constituyó en Málaga la Red Andaluza de la Nueva Cultura del Agua, agrupando a colectivos que trabajan en los ríos Genal, Guadiaro, Vélez, Nacimiento y Grande en la provincia de Málaga; Riopudio, Guadaíra, Corbones y Guadalquivir, en la de Sevilla; en el sistema Fuente-Charca y Huerta de Pegalajar y en los acuíferos de Jódar y de la Loma de Úbeda, en la de Jaén; ríos Almanzora y Adra y acuíferos de Campo de Nijar y Dalías en Almería; ríos Hozgarganta y Guadalete en la de Cádiz; Castril, Guardal y Guadalfeo, en la de Granada; Guadiana, Tinto, Odiel y acuífero de Doñana en Huelva; Hornachuelos y arroyo Bejarano, en la de Córdoba, entre otros.
En sintonía con estos fines, la Red lleva trabajando desde su constitución en la difusión y educación sobre los valores ambientales, naturales, paisajísticos y culturales de los ríos, fuentes, manantiales, acuíferos y zonas húmedas de Andalucía. La Red funciona como una asamblea abierta a todas las personas y entidades, con un marcado carácter democrático y participativo, y se articula a través de los medios que ofrecen las TICs (lista de correos electrónicos, redes sociales, página web, etc.) y de la Fiesta del Agua de Andalucía.
En los últimos años la Red, dentro de los contextos de privatización de servicios públicos, se alinea e integra con los movimientos de defensa de la gestión pública del agua y el ideario del Derecho Humano al Agua, tanto a nivel nacional como andaluz. Así, la Red y Marea Azul del Sur son dos de las entidades promotoras de la Declaración de Cádiz, que propugna el compromiso con una gestión pública, transparente, participativa y sostenible del ciclo integral del agua.
1. Fomentar iniciativas de encuentro entre colectivos sociales e instituciones de Andalucía comprometidos en la promoción de una nueva forma de entender el agua, como patrimonio común de toda la sociedad.
2. Dinamizar la relación entre los ámbitos científico-técnicos y los movimientos sociales, fomentando la información, la formación y el debate social.
3. Presentar ideas y proyectos de trabajo y de acción en torno a los problemas más relevantes de la gestión de aguas en Andalucía, sin excluir las necesarias conexiones con el conjunto de la Península Ibérica.
4. Establecer relaciones con otras asociaciones afines y colaborar con otras entidades en la organización de actividades relacionadas con la defensa activa del patrimonio hidráulico. Así como, con diferentes movimientos sociales, instituciones y personas que promueven una visión del agua como bien común y servicio público.
5. Apoyar las reivindicaciones que se están desarrollando en Andalucía contra la privatización de los servicios del agua y por la remunicipalización de los ya privatizados, buscando confluencias para establecer estrategias contra dicha privatización.